Inapi está lleno de buenas ideas que no han salido del
papel.
De ahí nace la pregunta
¿Cuál es la diferencia entre una buena idea y una
innovación?
Innovación es algo nuevo o un cambio sustancia que debe cumplir con
dos requisitos clave
- Crear valor para el usuario: A muchos de nosotros nos ha pasado que a diario vemos en la publicidad cámaras con más pixeles, detergentes que dejan la ropa más blanca, cepillos de diente que llegan a los lugares más escondidos de la boca, etc.
Aquí hay dos puntos importantes
1.
¿Estas “novedades”
solucionan un problema o responden a una
necesidad real de los usuarios?
2.
Al usar los productos ¿somos capaces de
reconocer las mejoras?
El tema es que si en nuestra
experiencia de uso nosotros no somos capaces de reconocer las mejoras o las
encontramos innecesarias, lamentablemente no estamos frente a una
innovación. Una innovación no se mide por el esfuerzo que los realizadores han puesto en generarla, ni por los cambios que su formula presente; su parámetro
es si genera o no valor para el usuario.
Por esta razón muchas de las
modificaciones que vemos a diario en la publicidad no califican como innovaciones,
sólo son cambios cosméticos, imperceptibles para el usuario y que, por lo
mismo, no serán relevantes para futuras decisiones de compra.
- Rentabilizar: Va muy de la mano con el concepto anterior. Rentabilizar se refiere a que la innovación debe ser capaz de solventar los costos que generó su creación y, a la vez, permitir sostenerse en el tiempo.
Digo que se relaciona con el concepto anterior porque si la innovación crea
real valor para el usuario, ese sólo hecho ya nos pone en un
sitial diferente. Las personas estamos dispuestas a cambiarnos de producto o
incluso a pagar un poco más por aquello
que nos genera más satisfacción. Que compren nuestro producto es lo primero que
necesitamos para recuperar la inversión que representó su desarrollo.
Pero no vasta sólo con eso, también es necesario acompañara
la innovación de un modelo de negocios sólido y sostenible que logre engranar a
todos los actores que permiten poner el producto o servicio en el mercado (proveedores,
canales de distribución, colaboradores, financista, etc) sin dejar cavos sueltos.
La innovación nace de un profundo
conocimiento del mercado y sus necesidades. Los mayores fracasos por lo general
están asociados a emprender en lo que nosotros creemos que es una buena idea,
pero sin testear el mercado.
Si quieres innovar tienes que
observas y ver más allá de lo evidente, porque en general las innovaciones que
nos cambian la vida, son aquellas que resuelven las necesidades latentes, aquellas
que ni siquiera nosotros sabemos que tenemos.
Fuente: Angélica Romero www.consultorafocus.com
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