16 septiembre, 2014

¿TODAS LAS BUENAS IDEAS SON INNOVACIONES?

Inapi está lleno de buenas ideas que no han salido del papel. 

De ahí nace la pregunta
¿Cuál es la diferencia entre una buena idea y una innovación?

Innovación es algo nuevo o  un cambio sustancia que debe cumplir con dos requisitos clave


  • Crear valor para el usuario: A  muchos de nosotros nos ha pasado que a diario vemos en la publicidad cámaras con más pixeles, detergentes que dejan la ropa más blanca, cepillos de diente que llegan a los lugares más escondidos de la boca, etc. 

           Aquí hay dos puntos importantes
1.        ¿Estas “novedades” solucionan un problema o responden  a una necesidad real de los usuarios?  

2.       Al usar los productos ¿somos capaces de reconocer las mejoras?

El tema es que si en nuestra experiencia de uso nosotros no somos capaces de reconocer las mejoras o las encontramos innecesarias,  lamentablemente no estamos frente a una innovación. Una innovación no se mide por el esfuerzo que los realizadores han puesto en  generarla, ni por los cambios que su formula presente; su parámetro es si genera o no valor para el usuario. 
Por esta razón muchas de las modificaciones que vemos a diario en la publicidad no califican como innovaciones, sólo son cambios cosméticos, imperceptibles para el usuario y que, por lo mismo, no serán relevantes para futuras decisiones de compra.

  • Rentabilizar: Va muy de la mano con el concepto anterior. Rentabilizar se refiere a que la innovación debe ser capaz de solventar los costos que generó su creación y, a la vez, permitir sostenerse en el tiempo.

Digo que se relaciona con el concepto anterior porque si la innovación crea
real valor para el usuario, ese sólo hecho ya nos pone en un sitial diferente.     Las personas estamos dispuestas a cambiarnos de producto o incluso a pagar un poco más  por aquello que nos genera más satisfacción. Que compren   nuestro producto es lo primero que necesitamos para recuperar la inversión   que representó su desarrollo.  
Pero no vasta  sólo con eso, también es necesario acompañara la innovación de un modelo de negocios sólido y sostenible que logre engranar a todos los actores que permiten poner el producto o servicio en el mercado (proveedores, canales de distribución, colaboradores, financista, etc) sin dejar cavos sueltos.


La innovación nace de un profundo conocimiento del mercado y sus necesidades. Los mayores fracasos por lo general están asociados a emprender en lo que nosotros creemos que es una buena idea, pero sin testear el mercado.






Si quieres innovar tienes que observas y ver más allá de lo evidente, porque en general las innovaciones que nos cambian la vida, son aquellas que resuelven las necesidades latentes, aquellas que ni siquiera nosotros sabemos que tenemos.

Fuente: Angélica Romero www.consultorafocus.com

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